lunes, 2 de marzo de 2009

El día que triunfó la Revolucion Cubana

Jorge Dalton

En el instante mismo que el dictador Fulgencio Batista y Zaldívar abordó el avión que lo condujo a un eterno exilio, en Cuba se desataron una serie de acontecimientos que serían decisivos en la transformación de la nación cubana, por los próximos cincuenta años. Entre 1959 y 1968, Cuba vivió uno de los períodos más complejos y poco investigados de la historia.

Al amanecer del día 1ro de enero de 1959, algunos cubanos -sobre todo en la capital-, ignoraban los detalles de la huída del jefe de gobierno con algunos de sus más cercanos colaboradores. También estaban los que hacían caso omiso al avance indetenible de las tropas rebeldes, dormían luego de kilométricas pachangas y fiestas de despedida del año viejo. Otros continuaron con sus labores cotidianas, aunque ese día, las calles estaban desiertas. Los comercios permanecían cerrados y apenas circulaban guaguas y automóviles.
El chino Lee, se levantó casi de madrugada. Diariamente caminaba desde la calle Infanta hasta La Manzana de Gómez, para poner a rodar el carrito de "Helado Guarina", que su dueño guardaba, a un costado de ese centro comercial. Al llegar, se encontró a Luis, su jefe, en una esquina. Éste era el propietario de cinco carritos de granizado y de helado en la zona. Esa mañana Luís, se veía cambiado radicalmente y su apariencia nada tenía que ver con ese hombre de negocios que había sido siempre. Estaba en camiseta, de gorra verde olivo y con un fusil al hombro. Lo acompañaban otros civiles armados con viejas escopetas y revólveres, llevando distintivos y brazaletes del Directorio Estudiantil Universitario. Una imágen que recordaba a los maltrechos milicianos de la Guerra Civil Española.

Luís le dijo a Lee: “Olvídate del trabajo por hoy chino, o te vas pá tu casa o te unes a la Revolución.” A lo que el chino respondió: “¡Que vá mijo! mi casa etá lejo". Entonces el chino Lee, se quedó, no por la Revolución, sino por chismoso y cazuelero, a ser testigo ocular de todo lo que pasó ese día en esa área que comprende el Paseo del Prado, La Manzana de Gómez, Hotel Plaza, Parque Central, La Acera del Louvre, Hotel Inglaterra, Zulueta, Hotel Sevilla, Sloopy Joes Bar, Capitolio Nacional, Palacio Presidencial y Avenida de las Misiones.

Avanzado el día, la noticia de la huída de Batista, corrió como pólvora. Los disparos de grueso calibre, se mezclaban con las sirenas de las perseguidoras y ambulancias. La ciudad amaneció más convulsa que de costumbre. Habían pocos turistas americanos. El gobierno había hecho una discreta advertencia a sus ciudadanos de no viajar a La Habana por esos días. Los bares, cabarets y salas de juego estaban desoladas. Buques de la armada estadounidense habían iniciado, desde hacía días, la evacuación de algunos ciudadanos norteamericanos.

Primeros cubanos en llegar a La Florida. Foto Lyn Pelham. LIFE

Se van más cubanos. Foto:Lyn Pelham. LIFE

Comandos del Directorio Estudiantil Universitario y del Movimiento 26 de Julio, se tomaron puestos y estaciones policiales. Miembros de los cuerpos de inteligencia y policías del tambaleante régimen, resisten desde los edificios más altos, hasta caer abatidos por la implacable justicia revolucionaria. Inmediatamente se desató una cacería en contra de los chivatos, asesinos y torturadores. Algunos de ellos, fueron pasados por las armas en plena vía pública.


Prisioneros. La mayoría delatores y colaboradores del antiguo régimen. Foto Joseph Schershel. LIFE

También se produjeron saqueos a casas, casinos y tiendas. La capital vive momentos de caos. En las costas del país, comienzan a zarpar algunas lanchas con los primeros cubanos rumbo a la Florida.
Trabajadores y miembros del 26 de Julio, se toman el Hotel Nacional. Foto: Grey Villet .LIFE

Una parte importante del ejército nacional, estaba concentrado en los cuarteles de Columbia y La Cabaña, esperando órdenes superiores. Ciertos mandos en el ejército eran tal vez los más enterados de que todo se ha desmoronado. Ya no les queda tiempo para fugarse, los comandantes rebeldes Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos, de un momento a otro, entrarían a la capital.

Camión de rebeldes por la calle 21. Comienzan a llegar a La Habana. La gente sale a recibirlos. Foto: Grey Villet. LIFE

De manera improvisada, miles de ciudadanos salen a las calles con banderas cubanas en apoyo a los rebeldes que poco a poco van asomando sus barbas, melenas, collares e imagenes de Santa Bárbara. La radio y la televisión comienzan a dar parte de la nueva situación. La Revolución Cubana ha triunfado.


Nota:
Diversos reporteros de la famosa revista LIFE ya estaban en Cuba desde finales de 1958 y tomaron instantáneas de ese día, además de los siguientes días, semanas y meses posteriores al triunfo revolucionario. Ya tenían conocimiento que algo definitivo ocurriría en Cuba. Estos instantes, captados por fotógrafos como: Grey Villet, Joseph Scherschel, Lin Pelham y Paul Schutzer de LIFE. Saqueos y destrucción de los odiados parquímetros. Foto: Grey Villet. LIFE

Los rebeldes al mando de Camilo y el "Ché", llegan a la capital. Foto Grey Villet. LIFE

El "Ché "en Palacio Presidencial. Foto: Joseph Schershel. LIFE
Este Blog contiene 39 fotos, 37 son de LIFE
(Ver más abajo)











































FOTOS de la desparecida revista LIFE

2 comentarios:

Norberto Clemente dijo...

Increible, GRACIAS por mostrarnos esas fotos. Viaje al pasado que no vivi y del cual hubiera deseado no vivir sus desenlaces, o por lo menos estar lejos como los primeros en salir.

Angel Collado Ruíz dijo...

si yo te hubiera dicho que a la luz
seguian las sombras y las calles
envueltas en su alegria
serian borradas con la ausencia
como nulificadas
olvidando el entorno
desesperados por volver a ser en el tiempo los que fuimos
cada uno
añorando un poco lo vivido
herederos de los sucesos fulminantes y desconocidos

nadie podia decirlo
ni aquellos que llegaban euforicos
mucho menos los muertos
que fueron olvidados muy pronto
la estrella rota en la puerta misma
la estrofa improvisada
entre lagrimas
una mañana de enero
las palomas huian , asustadas
al paso de los tanques

nadie lo imaginaba ,
ni los niños que eramos
jugueteando en la inocencia

solo los abuelos crispando las manos
implorando al cielo
sabian que el odio y la miseria
desfilaba de la mano
de un tirano.
y casi todos callaron
casi todos , menos unos cuantos
visionarios
arrepentidos
el daño estaba hecho-